¿Donde está mi lugar?

Esta es la pregunta que un conejero se hace cada mañana al despertarse. Este conejero se ducha y pone la radio y sale una radio suramericana con sus bachatas y cumbias y sus acentos extraños y exagerados, y rapidamente cambia de dial para escuchar a Francisco José y las noticias de Lanzarote. Seguidamente sale a las calles de Arrecife para ir al trabajo y ve pasar gente y gente...pero no reconoce los rasgos...no conoce a nadie...no saluda a nadie. Pasa por delante de un colegio y ve a muchos niños preparados para entrar...y sigue viendo esos rasgos que no son canarios en la mayoría de ellos. Tras unas horas de trabajo, decide a tomarse un café. Las cafeterías por las que pasa no le hacen mucha gracia, son como antros especializados en diferentes etnias...africanos, colombianos....al final va a la cafetería de toda la vida. Termina el trabajo y a casa de nuevo, cruzandose con la misma gente que por la mañana. Tras almorzar y echar una ligera siesta decide dar una vuelta por Fariones, se recorre la Avenida observando que la mayoría de los que se ve son hindúes y marroquíes. Y siempre cruzandose y cruzándose con alemanes, ingleses y demás europeos, que pasan por delante de los restaurantes aprisa para llegar a la cena del hotel en el que lo tienen todo incluido. Ya de noche, pasa con su coche por delante del ya fallecido Parque Islas Canarias, donde NO HAY NI UNA LUZ ENCENDIDA...lo cual sirve para que todos los "trapicheros" hagan de las suyas. También ve algún grupo de jóvenes, casi todos de fuera. Ya tarde llega a su casa, cena y tras ver la tele un rato se va a la cama. Piensa a donde puede ir a pasear mañana, descartando Playa Blanca ya que desde que tiraron la casa donde se había críado no tiene ganas nisiquiera de volver. Entonces cierra los ojos y se duerme lentamente pensando: "¿Dónde estoy?¿Dónde está mi lugar?"