El abogado Javier Artiles, asesor de la ex consejera Roldós, es propietario del 60% de Lifeblood

El abogado Javier Artiles es el dueño del 60% de Lifeblood SL, según manifestó a las entidades financieras con las que negoció el crédito de 1,5 millones de euros exigidos por la Consejería de Sanidad para constituir el aval tras la adjudicación provisional realizada por la ex consejera de Sanidad, Mercedes Roldós.

Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, el asesor de la ex consejera Roldós y adjudicatario de los servicios de hemodiálisis externos del área Sur del Servicio Canario de Salud de Gran Canaria, pudo adquirir el paquete accionarial que lo convierte en dueño de la empresa adjudicataria del contrato de hemodiálisis de las áreas externas del Hospital Doctor Negrín y del José Molina Orosa, de Lanzarote, a través de un documento privado firmado ante notario. Esta cesión de acciones de Lifeblood a Artiles se produjo meses antes de la adjudicación definitiva que firmó Mercedes Roldós.


Artiles habría negociado previamente con Francisco Javier Jorcano Otero, administrador único de Lifeblood, gerente de Inproncansa, (empresa vinculada al Canódromo) la participación en la empresa expresamente constituida para concurrir al multimillonario concurso. El acuerdo previo fue verbal y consistía en que Jorcano se quedaría con el 20% de la empresa una vez adjudicado el concurso, y el abogado con el 60%. Jorcano era el encargado de dar la cara en la tramitación para presentarse al concurso y en todas las mesas de apertura de plicas y documentación requerida por la Consejería. Javier Artiles se ocupó de los trámites de constitución de la empresa y de la búsqueda de financiación para la inversión inicial. Se trataba de un negocio rentable, con ingresos calculados, que tiene como único cliente a la Administración pública.

Reacciones personales. En el expediente administrativo que revisa ahora la Consejería no hay rastro alguno de la intervención del abogado Javier Artiles, pero varias fuentes aseguran que siempre estuvo pendiente del mismo desde su posición de asesor. Las múltiples relaciones personales que mantiene con el núcleo duro del Servicio Canario de Salud y con algunos miembros de la propia Consejería, así como su actuación posterior buscando financiación adecuada, indican que estuvo en todo momento atento a los pasos que se daban dentro de la Administración.
Ninguna de las empresas que concurrieron al concurso logró saber quién estaba detrás de Lifeblood, información que quedó blindada por el Servicio Canario de Salud, que rechazó la petición de las licitadoras y se acogió a la Ley de Protección de Datos.
Según distintas fuentes de La Caja, Javier Artiles negoció ante la entidad desde el mes de agosto de 2010, mes en el que la Consejería convocó el concurso, un crédito para afrontar la eventual adjudicación, que se produciría de forma provisional el pasado mes de octubre. Dado el grado de confianza existente con el cliente, que también había sido invitado a presentar proyecto para la inversión en la Reserva de Inversiones (RIC), no se le solicitó acreditación de su vinculación con Lifeblood y se dieron por buenos los argumentos esgrimidos por el abogado de que había adquirido la mayoría de las acciones a Francisco Javier Jorcano.
Hay que recordar que Artiles estaba avalado ante La Caja por su experiencia en el sector al ser el propietario de Avericum, empresa que gestiona desde hace seis años los servicios de hemodiálisis del área Sur del Servicio Canario de Salud en Gran Canaria.

Crédito de la competencia. El abogado y empresario zanjó la operación que gestionaba en La Caja el día 6 de octubre, después de que la Unidad de Riesgos le exigiese una segunda hipoteca sobre su vivienda privada y un pignorado de 750.000 euros. Artiles desistió de la operación alegando que las condiciones exigidas eran excesivas y que otra entidad le había hecho una oferta mucho más atractiva. A pesar de todo, el equipo que estudió la operación informó negativamente a la entidad y fue el abogado el que declinó continuar buscando avales personales para cubrir el crédito.
Mario Romero Mur asegura que «la competencia» de La Caja supo valorar mejor el negocio que Artiles ofrecía y otorgó el crédito con menos exigencias en la garantía. La entidad que finalmente otorgó el aval fue La Caixa, que exigió avales personales.

Aparte de todo esto, Javier Artils es también abogado de Gonzalez Arroyo, con quién aparece en la imagen. Con esto ya nos deja entrever a qué clase de gente defiende en su triste y asquerosa vida de abogaducho chanchullero. Otro Camero más que anda suelto por las calles.



Javier Artiles junto a Gónzalez Arroyo, otro de los políticos más rastrero de Canarias

(*Fuente Canarias 7*)