La dictadura y el alto ego han llegado al gobierno estatal, esta vez en forma de destructoras plataformas petrolíferas.
Ya han sido varias las concentraciones de centenares de personas en varias islas en contra de las prospecciones petrolíferas que se pretenden hacer frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura, a escasos 30 kilómetros de interminables playas de arena dorada y de litorales únicos en el planeta.
Incluso los partidos que gobiernan han ratificado dicha oposición, como es el caso de Paulino Rivero (presidente del gobierno de Canarias con Coalición Canaria) y José Miguel Pérez (vicepresidente con el PSOE), a pesar de que bien sabemos de que estos partidos solo pretenden obtener beneficio económico y que para nada se oponen a la instalación de dichas plataformas...sino a las formas de hacerlo.
Sea como sea, la opinión es firme y clara, y la sociedad canaria está gritando un enorme NO al intento de estocada al archipiélago canario, que ya está más que tocado y con el cual solo se ha especulado y explotado hasta la última gota, consiguiendo solo ir a peor.
A pesar de todo esto, de tanta oposición, de tanta voz en contra y de tanto obstáculo, el señor José Manuel Soria, ministro de Energía, Industria y Turismo y canario por desgracia, ha dado por aprobados los permisos para que la empresa para la que trabaja, REPSOL (o al menos eso parece, sino explíquennos tanto favoritismo y tanto moverse por ellos), pueda realizar sin ningún problema las prospecciones en aguas canarias, sin contar con ningún tipo de estudio medioambiental y sin prevención alguna en caso de desastre mientras se prospecta (porque los desastres no solo ocurren cuando se extrae, sino también cuando se prospecta).
El espectáculo que se puede ver a día de hoy en el puerto de Las Palmas no es más que un ejemplo de lo atroz que sería el futuro, y solo se ha hecho con el fin de definir una estrategia de lavado de cara hacia las plataformas, intentando hacer ver que pueden traer dinero a las isla, cosa que es una ENORME MENTIRA POLÍTICA, dado que las empresas petrolíferas prefieren irse a astilleros mucho más baratos que el de Las Palmas. Que desde hace poco hasta ahora hayan empezado a realizar esta estrategia de venta de cara al pueblo no quiere decir que las plataformas sigan viniendo a dejar su dinero aquí.
Todo esto debilita palabras como "democracia", "medio ambiente", "reserva de la biosfera", "protección paisajística", "turismo sostenible", y un largo etcétera de miles y miles de eso, de palabras, solo palabras sin ningún valor.
Por eso, y por mucho más avisamos que unos servidores, y otros tantos miles de personas más, estamos dispuesto a cualquier cosa con tal de evitar la destrucción de la tierra donde vivimos, porque no estamos dispuestos a dar el brazo a torcer mientras esperamos y observamos como nuestro negro futuro (aún más negro del que ya de por si nos espera) se nos venga encima para luego llorar lo que no supimos defender cuando aún podíamos.
Estamos aquí todos para defender que si el pueblo dice NO, ES QUE NO, y que si no lo quieren escuchar, entonces tomaremos todas las vías posibles para que se nos escuche y para que se respete nuestra decisión, esa decisión que ya dejamos más que clara hace más de 8 años, cuando conseguimos frenar lo que hoy pretenden reactivar a toda costa en nuestro perjuicios y en beneficios de grandes multinacionales internacionales que son famosas por expoliar toda región que pisan.
lunes, 27 de febrero de 2012
Ministro del Petróleo, esto es la guerra
17:50
LC
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