Vía libre para la destrucción de la Geria

La Geria ha perdido definitivamente su Plan Especial, que fue aprobado hace dos años por el Gobierno de Canarias para regular este espacio protegido. Así lo señala el Tribunal Superior de Justicia de Canarias en una nueva sentencia, fechada el pasado 13 de junio, en la que subraya que ese documento “ha dejado de existir”.

La demanda que dio origen a este nuevo fallo fue presentada por un afectado, pero el TSJC ni siquiera entra a valorar este recurso, porque considera que carece de sentido.

De hecho, el Tribunal se limita a hacer referencia a la sentencia que ya dictó esa misma sala el pasado mes de marzo, anulando el Plan de La Geria a raíz de la demanda presentada por otros propietarios afectados. Contra aquella sentencia cabía recurso ante el Tribunal Supremo, pero el Gobierno de Canarias nunca llegó a informar sobre si lo había presentado.

Ahora, el TSJC explica que aquel primer fallo pasó a ser firme dos meses después de dictarse. Por eso, el Tribunal subraya que el hecho de que ya haya sido anulado el Plan Especial de La Geria “impide el enjuiciamiento de las cuestiones planteadas” en este otro recurso, “al quedar privada la controversia de cualquier interés o utilidad real”, por lo que da por terminado el procedimiento.

Los motivos que llevaron a la anulación del Plan Especial de La Geria se centraban en las modificaciones “sustanciales” que se hicieron mientras se tramitaba el documento. Según señalaba el Tribunal Superior de Justicia de Canarias en su primera sentencia, había informes que advertían de la necesidad de volver a sacar a información pública el documento tras esos cambios, pero no se hizo, incurriendo en “arbitrariedad”.

Incertidumbre

Después de muchos años de espera, el Plan Especial de La Geria fue aprobado el 30 de junio de 2010 por la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac). Tras la sentencia que lo anuló en marzo, tanto el Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Vino de Lanzarote como el propio Cabildo advirtieron que este espacio iba a quedar en un “vacío legal”.

“Si no es éste tendremos que sacar adelante otro. Esto nos da un mayor ímpetu y una mayor fuerza para luchar por un territorio necesitado. Si tenemos que partir de cero lo haremos, pero con el consenso de todos, también de los vecinos, que fueron quienes impugnaron el plan”, señaló en su momento a La Voz el consejero de Agricultura y Ganadería del Cabildo, Francisco Fabelo.

Sin embargo, cuatro meses después, no se ha informado públicamente de ningún paso emprendido en este sentido. De hecho, las instituciones tampoco habían confirmado que la anulación del Plan Especial había pasado a ser firme.

Fuente: La Voz de Lanzarote

Cuando pasen por La Geria es recomendable empezar a fijarse como los movimientos de camiones, bloques y excavadores comenzarán a multiplicarse.

Los destructores de la zona, que ahora están incluso amparados por este vacío legal incomprensible y vergonzoso, aplauden el fallo con las orejas, y se preparan para reventar una de las pocas zonas que merecían la pena en la isla.

Cada vez vamos a peor, y nuestros representantes ni siquiera han movido un dedo por evitar esto.

Un medianero de Juan Francisco Rosa de presidente del Cabildo, un presidente del Consejo del Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Vino de Lanzarote imputado y corrupto, o un veterinario del parque temático de animales de Juan Francisco Rosa como consejero de Agricultura y Ganadería del Cabildo, hacen que la isla esté más manejada por caciques que nunca en su historia.

Lanzarote y sus instituciones apestan a podrido, y no son más que interesados e ignorantes con un traje y corbata pagados por ajenos los que supuestamente hablan en nuestra voz.

No queremos que nuestra voz sea utilizada para esta basura, no queremos que nuestra voz se convierta en un arma de destrucción, no queremos que nuestra voz se vea apagada por semejantes personajes, no queremos que nuestra voz se quede por debajo de las voces de los poderosos.

Tarde o temprano....se van a cagar.