lunes, 9 de julio de 2012

El rumbo del PP y PSOE

Al Congreso del PP insular sólo se presentaba Astrid Pérez como aspirante a la presidencia. Aún así no ganó por unanimidad. Consiguió, eso sí, el 89 por ciento de los votos. Es decir, hay personas dentro del partido que no están de acuerdo en que siga pero tampoco están dispuestas a dar el paso para ser una alternativa. Siempre es más fácil ir a la contra. Como todos los presidentes, en los últimos años, se ha rodeado de los suyos. Las caras del PP se parecen poco a las de hace cinco o seis años a excepción de algunos supervivientes, que no consiguen entrar en los órganos de gobierno del partido pero sí en cargos públicos, como Loli Luzardo o Francisco Cabrera, e incluso Cándido Reguera aunque no pase por su mejor momento.

Comparada con la del PSOE, la situación del PP es fantástica, aunque esté en la oposición en el Cabildo y el Gobierno de Canarias. El PP, al menos, sabe dónde está su espacio. Lo de Astrid Pérez consiguiendo el 89 por ciento de los votos no es nada comparado con José Miguel Pérez, que era el único candidato y sólo logró el 54 por ciento. El PSOE de Canarias parece que no encuentra su sitio, más allá de que un buen número de militantes están bien situados en el Gobierno de Canarias, Cabildo y ayuntamientos, aunque no esté claro su rumbo.

En Lanzarote, el PSOE no mancha pero tampoco limpia. Se mantiene en el poder. Dice que sí y que no. Contrata asesores. Le da la razón a su socio. En el Cabildo no es capaz ni de defender la postura de su partido en los conflictos urbanísticos durante los diez últimos años o de dar un toque de atención al presidente cuando echa por tierra el PIO de 1991 o la Moratoria, santo y seña de los socialistas. No se puede decir, eso sí, que no sea un compañero de gobierno leal. Tanto que roza la sumisión. Dentro de poco se celebrará su Congreso. Se habla de Marcos Bergaz como próximo secretario insular. Curioso. Un asesor del presidente del Cabildo, de CC, jefe del PSOE. Significativo.

Y en cuanto a su postura pública contra la corrupción (la privada es otra cosa), el cambio también ha sido mayúsculo. No hay exigencias a los cargos públicos imputados para que den que explicaciones ni se les aparta de forma cautelar. Dice el PSOE que “Montelongo es incapaz de cometer delitos de forma consciente”. Con un apoyo así, en el que te llaman incapaz e inconsciente, casi es mejor declararse culpable y salir con la cabeza bien alta.

Saúl García

Diario de Lanzarote

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